lunes, 27 de septiembre de 2010

El gasoducto: otra promesa incumplida

La dependencia del petróleo como fuente principal para la generación de energía eléctrica es uno de los problemas principales de nuestro desarrollo económico. El encarecimiento considerable del petróleo es la principal razón para los altos costos de energía que pagamos los puertorriqueños. En el mundo entero los países se están moviendo hacia la generación de electricidad producto de fuentes renovables, más limpias y más costo-eficientes que el petróleo y el gas.

El PNP llegó al poder en 2008 prometiendo una rebaja sustancial en el costo de la electricidad. El programa de gobierno que llevó a Luis Fortuño al poder lee: “Nuestra generación eléctrica descansa en un modelo basado en las realidades del mercado de hace 70 años, cuando el precio del petróleo era mucho más bajo y no habían madurado muchas de las tecnologías hoy disponibles para explotar los recursos renovables”. Dos años después, no habiendo cumplido la promesa de bajar el costo de la electricidad, la propuesta ha cambiado.

Ahora la Autoridad de Energía Eléctrica defiende la construcción de un gasoducto de 90 millas de largo que llevaría gas natural desde Peñuelas hasta la zona metropolitana de San Juan, a través de la Cordillera Central y la costa norte. El costo de la llamada Vía Verde se estima en $500 millones. El proyecto representa una contradicción significativa para un gobierno que durante la campaña electoral combatió un proyecto para un gasoducto iniciado por la pasada administración. Aquel gasoducto costaría $150 millones y su extensión sería considerablemente menor.

El gas natural es un combustible fósil, menos caro que el petróleo y menos contaminante a la hora de medir las emisiones al ambiente. Mover nuestra generación de energía hacia gas natural podría considerarse una buena política de transición energética. El propuesto gasoducto no lo es. La AEE intenta que con el gasoducto, una compañía privada supla suficiente combustible como para generar el 70% de la electricidad que consumimos. Esta cifra no suena a transición.

¿Qué prometió el PNP en 2008? En la página 88 del libro azul se establecía categóricamente: “Reduciremos nuestra dependencia en los combustibles de fuentes fósiles. Nuestro objetivo será reducir la dependencia en 35% en los próximos 5 años. Apoyaremos la construcción de capacidad de generación dispersa mediante el uso de tecnología de fuentes renovables. Promoveremos la investigación y desarrollo de tecnologías de fuentes renovables basada en los cinco recursos energéticos naturales de Puerto Rico: (1) solar, (2) viento, (3) biomasa, (4) marina e (5) hídricas”. Nada de esto está contemplado en el proyecto del gasoducto, ni en la política pública de la AEE.

El gasoducto se ha convertido en demagogia para engañar a una ciudadanía atormentada por el alto costo de la electricidad. Puede que a corto plazo se reduzca el costo de la luz. Pero a la larga están sustituyendo la dependencia del petróleo por dependencia de otra fuente fósil, no renovable.

Para movernos al gas natural no es necesario construir un tubo que cruce la Isla de sur a norte y de oeste a este, impactando bosques y tierras útiles y presentando un riesgo de seguridad ambiental, en algunos casos a menos de 150 pies de comunidades ya establecidas. Si lo que se quiere de verdad es una transición energética existen alternativas. Podría por ejemplo, convertirse totalmente la Planta Costa Sur a gas natural para producir el 30% de la energía eléctrica del País. Esto unido a la producción actual de 15% por Ecoléctrica, equivaldría a un 45% del total de la energía eléctrica generada. Suficiente para una transición energética.

Nadie en el gobierno contesta sin ambages, ¿por qué tanto empeño en invertir más de $500 millones en un proyecto para promover un cambio de petróleo sucio a gas menos sucio? ¿Por qué no se atienden propuestas de menos impacto para movernos al gas natural? ¿Por qué no se invierte parte de esos $500 millones para estimular una verdadera transición hacia fuentes de energía renovables?

Tal parece que lo verde de esta vía no es precisamente la conservación del ambiente.

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