lunes, 25 de abril de 2011

Algo que ya sabemos

La semana pasada nos visitó en Puerto Rico el editor especial de la revista Time, especialista en tendencias globales, Fareed Zakaria. Vino invitado por el Centro para la Nueva Economía a ofrecer sus perspectivas sobre la economía puertorriqueña en el contexto mundial. Como sucede demasiadas veces en nuestra vida colectiva, este reconocido periodista y hombre de medios, dijo cosas que hace tiempo sabemos los puertorriqueños sobre los errores que hemos cometido por décadas y que nos tienen ante la peor encrucijada de nuestra historia.

La visita de Zakaria no desmerece, porque aportó algo que hemos sido incapaces de hacer por demasiado tiempo: mirarnos más allá del ombligo. A veces, es importante la perspectiva de aquellos que por simple desconocimiento advienen a una primera lectura de nuestra realidad. Conviene esa mirada extranjera si con ello se contribuye a centrarnos en lo verdaderamente importante.

¿Y qué dijo Zakaria? Para empezar afirmó que Puerto Rico cuenta actualmente con los elementos necesarios para convertirse en el Dubai o el Hong Kong de este hemisferio. Es decir, para atraer de manera sobresaliente la inversión internacional, potenciar la producción y crear la riqueza suficiente para enfrentar los grandes retos del presente.

Está claro que para este intelectual indio, la inserción de Puerto Rico en la “nueva ola global” está irremediablemente ligada a nuestra relación con los Estados Unidos y el papel de país preponderante que este mantiene. Su tesis es que Estados Unidos continuará siendo un país importante, pero su dominio se verá reducido ante el avance de economías emergentes como: China, India, Brasil, Rusia, Sudáfrica y Kenia. En un mundo más balanceado, argumenta Zakaria, Estados Unidos se verá forzado a reconsiderar sus relaciones con estos nuevos competidores.

Su lectura sobre Puerto Rico radica precisamente en que sepamos interpretar esos cambios para buscar nuestro nicho de participación. De ahí su recomendación de comenzar a invertir en el futuro, entendiéndose por futuro la educación y capacitación de las generaciones jóvenes.

No puede ser que los pocos esfuerzos logrados en la gestión educativa se hagan respondiendo únicamente a parámetros ajenos a nuestra realidad. Estados Unidos, al que tanto nos gusta imitar, invierte $4 por persona vieja y $1 por cada joven. Sería bueno descubrir estas cifras para el caso puertorriqueño. En nuestro caso, seguir cometiendo ese error tiene consecuencias nefastas en las posibilidades de éxito de la población sobre la cual descansa la creación de riqueza.

Otra advertencia importante expresada por Zakaria es que no podemos seguir peleándonos por repartir la pobreza. Puerto Rico tiene que hacer uso de sus capacidades jurídicas y fiscales dentro del esquema federal, para pelear y atraer agresivamente al capital extranjero. Esa sigue siendo la herramienta más eficaz para crear empleos. De la creación de empleos depende la reactivación de la economía y la recuperación fiscal del gobierno. Todo lo cual permite una mejor distribución de riqueza.

Hasta ahora la dañina demagogia engendrada por la alternancia política ha trabajado en contra de las capacidades económicas que tiene Puerto Rico. Por ganar elecciones los partidos se enfrascan en una pelea por repartir la escasez; ignorando por razones ideológicas la necesidad de utilizar al máximo nuestras ventajas competitivas. En ese afán, las últimas políticas de la administración Fortuño han contribuido ahuyentando el capital tan necesario para crecer. Si seguimos en esa dinámica, advierte Zakaria, nos quedaremos sin dinero.

Interesantemente, Zakaria nunca se refirió al status político como un problema. Esto defrauda a los que no producen soluciones, sino que utilizan el status como una excusa. Lo que falta en Puerto Rico es voluntad para movernos hacia horizontes de mejor conveniencia para nuestra gente. En ese contexto, la discusión de status, aunque importante e intelectualmente interesante, pasa a un segundo plano. Las estrategias para nuestro desarrollo y porvenir no pueden seguir esperando el desenlace del status.

Sobra la habladuría. Urge la acción y el respeto de todas las tendencias a la importancia de nuestro futuro, enfocado en la gente.

¿Tenía que venir Zakaria a decirnos lo que sabemos?

1 comentarios:

dorisparrilla dijo...

Lo felicito por su sensibilidad e introspección. Buen trabajo!